La Guía Nº6: ¿Cómo introducir ajustes razonables para más inclusión laboral? Es una de las 7 guías que integran un set de una caja de herramientas confeccionada por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Las personas con discapacidad (PcD) constituyen un grupo vulnerado al que la sociedad debe ofrecer igualdad de oportunidades. Para que esto suceda, es necesario el compromiso de actores de distintos ámbitos y, en especial, aquellos vinculados al mundo del trabajo, ya que el empleo ofrece a todas las personas, y en especial a aquellas con discapacidad, autonomía y dignidad.
Por esto, las instituciones que generan empleo tienen el deber de promover espacios propicios para la meritocracia, donde el talento y las habilidades de los individuos sean los verdaderos protagonistas.
Hablar de inclusión laboral de personas con discapacidad es brindar oportunidades tanto para el trabajador con discapacidad como para el equipo humano. Entornos laborales abiertos, inclusivos y accesibles favorecen un ámbito para el aprendizaje mutuo. Sin embargo, abordar la discapacidad representa uno de los aspectos de la diversidad que mayores complejidades presenta. En este sentido, es imperante valorar las diferencias y las habilidades de cada individuo.